Pozos de cárbono en las tierras agrícolas, ¿milagro o coartada? (informe)
La agricultura puede ser considerada igual como responsable o víctima de los cambios climáticos. Unos piensan que convertir las tierras agrícolas en pozos de cárbono podría ser una solución para luchar contra el calentamiento global… Entonces, ¿es una verdadera solución? ¿Más bien, quizás tengamos que poner nuestros sistemas agro-industriales en tela de juicio?
Mientras que la agricultura es una de las actividades humanas que emiten más gases invernaderos, se presenta cada vez más la secuestración del cárbono en los suelos agrícolas como una técnica capaz de limitar el calentamiento climático. A nivel internacional, se multiplican iniciativas en este tema, llevadas conjuntamente por actores privados y Estados. ¿Solución milagrosa o coartada para no reducir las emisiones vinculadas con el sector agrícola? El nuevo informe del CCFD-Terre Solidaire, titulado « Nuestras tierras valen más que el cárbono », analiza más a fondo la cuestión de la secuestración del cárbono en los suelos y del vinculo complejo entre agricultura y cambios climáticos. Pone en tela de juicio nuestros sistemas agro-alimentarios – así como los procesos iniciales y finales de la producción – planteando las metas a la luz de los criterios medioambientales, pero también económicos, sociales y culturales. Sobre todo, enseña que antes de establecer mecanismos de secuestración del cárbono, tenemos que inscribir la agricultura de los países ricos en una transición agraria y alimentaria. Los sistemas alimentarios industrializados que consumen muchos insumos químicos producen demasiados gases invernaderos. Los sistemas alternativos existen pero su desarrollo es demasiado lento, por falta de un soporte político adecuado.Documents joints
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